jueves, 20 de agosto de 2020

Cuento Vivir entre Titanes . Escrito en 2019

 

Vivir entre Titanes

Fantasía para entender y comprender la cotidianidad

Autismo Asperger y gestionar el miedo

2019

                                                          

                                                                                         Para: Attis

 

 

Los Titanes, Attis y yo

“Los Titanes son los dueños del universo “.  Esta frase se escuchó en la Antigüedad.  Había leído algunos relatos e historias sobre titanes, dioses, semidioses y héroes.  Sobre Titanes, sabia por los antiguos, que estaban en el inframundo.

Un día me los encontré cara a cara, eran 12, con mucho miedo logre contarlos

Me preguntaba por qué han venido, porque están aquí, porque conmigo, que está pasando. Descubrí qué aparecían con Attis.  Realmente me di cuenta que no aparecieron, llegaron con Attis.

Attis, era un ser mágico y complejo que vivía conmigo en el planeta clonado, era mi compañero de viaje

Los Titanes, entre ellos hablaban de una manera, cuando hablaban con Attis era de otra y conmigo de otra. En los encuentros con los Titanes, era cuando menos entendía a Attis

Siempre luchaban entre ellos y eso le quitaba la alegría a Attis , me daba mucho miedo. A medida que pasaba el tiempo los Titanes en algunos momentos estaban solo conmigo, me di cuenta que siempre era una lucha entre ellos para quitarme fuerza. Las luchas de los Titanes por la fuerza mía y la felicidad de Attis, eran siempre a partir de retos para Attis. Fue muy duro, no sabía nada de Titanes y nada de los retos.

Decidí no investigar porque estaban aquí, me dediqué a entender los retos que los Titanes ponían para quitar felicidad a Attis y quitarme fuerza.

Vi, que algo no andaba bien con Attis, no sabía hablar.

Sabía que eran Titanes porque cuando luchaban entre ellos se llamaban unos a otros con nombres que logre identificar:  Océano, Ceo, Crío, Jápeto, Hiparión, Crono, Febe, Mnemosine, Rea, Temis, Tetis, Tea. Esos son los nombres de los Titanes y Tetanices. Sabia los nombres porque de niño, jugué con titanes, dioses y algunos héroes para alejarme de los clonados que siempre pensaban y hacían los mismo.

Me alegró descubrir los nombres. Sabía que venían de tártaro la profundidad del inframundo, a donde los habían enviado los Dioses del olimpo de la antigua Grecia Decían los antiguos que eran Gigantes, pero con Attis, no lo eran. Después de que todo estuvo en calma, pude verlos.

Que tenía Attis que atrajo los Titanes me empecé a preguntar. Empecé a notar que Attis no jugaba con los demás niños y no jugaba con los demás porque no se podía comunicar. Nada más triste y doloroso, que ver un niño que no juega con los otros.

Un día entendí que los Titanes estaban con Attis, fue un gran día, pero siempre estaban con él y algunos Titanes siempre estaban intentando quitarle la alegría y la felicidad. Y eso me quitaba la fuerza. Sabía que no podía perder la fuerza si quería que los titanes no le robaran la alegría y la felicidad

 Titanes, Retos Fuerza, Alegría y Felicidad.

Eran 12, no era fácil entender como estaban todo el tiempo con Attis y eso no me dejaba vivir. Me daba tranquilidad que Attis con ellos era como si no estuvieran.

Sabía que debía enviar de nuevo a los Titanes a tártaro sabía que era un reto Titánico.  Encontré en Titanomaquia de Hesíodo que:

 “Trescientas rocas lanzaban sin respiro con sus poderosas manos y cubrieron por completo con estos proyectiles a los Titanes. Los enviaron bajo la anchurosa tierra y los ataron entre inexorables cadenas después de vencerlos con sus brazos, aunque eran audaces, tan hondos bajo la tierra como lejos está el cielo de la tierra; esa distancia hay desde la tierra hasta el tenebroso tártaro. Pues un yunque de bronce que bajara desde el cielo durante nueve noches con sus días, al décimo llegaría a la tierra; e igualmente un yunque de bronce que bajara desde la tierra durante nueve noches con sus días, al décimo llegaría al tártaro. En torno a él se extiende un muro de bronce y una oscuridad de tres capas envuelve su entrada; encima además nacen las raíces de la tierra y del mar estéril. Allí los dioses Titanes bajo una oscura tiniebla están ocultos por voluntad de Zeus amontonador de nubes en una húmeda región al extremo de la monstruosa tierra; no tienen salida posible: Poseidón les puso encima broncíneas puertas y una muralla les rodea de ambos lados “

No entendía, si los Titanes estaban en tártaro, que hacían aquí y sobre todo porque tenían otras formas. Se hacían alrededor de Attis, como un móvil para niños. Se movían todo el tiempo

Attis estaba en problemas/retos, pero el que estaba en problemas era yo, no sabía cómo arreglar los problemas/reos de Attis. Descubrí que los problemas/retos de Attis y la presencia de los titanes eran los mismo.

 Empecé a identificar retos de Attis

Jugaba solo, hablaba poco, hacia lo mismo siempre, se irritaba fácil era muy ansioso y se frustraba mucho, veía más que todos, olía más que todos, saboreaba más que todos, escuchaba más que todos. Attis tenía un cerebro más potente que todos, pero no lo sabíamos, él no lo sabía.

Se comunicaba con su cuerpo, cuando quería algo me tomaba de las manos.

Definitivamente era necesario que Attis ,  aprendiera a comunicarse con palabras.

Después de muchos días con los Titanes de escucharlos de ver lo que hacían descubrí que los retos se podían superar con juegos y los juegos eran entre los Titanes y yo. Descubrí que los Titanes fueron enviados para darme una mano, pero tenía que superar los retos.

Me di cuenta que los retos eran para mí no para Attis.

Titanes, dioses, retos, juegos y mundos paralelos.  

Vivir entre Titanes por muchos años da poderes y empecé notar que el sentido de humor me fue aumentando y la preocupación por vivir en planeta clonado me fue disminuyendo y claro se me fue facilitando la construcción de juegos para pasar los retos. Un día después de jugar con los Titanes, me dijeron, cuando pase todos los retos nos iremos a tártaro. Que buena noticia, se irían solos

Me invente entonces los juegos del Amor para superar los retos. No era fácil, pero si era muy divertido. Titanes, Dioses, Retos, Juegos y sobre todo pensar que, si los Titanes se irían, me quedaría con Attis, en un solo mundo, no en dos mundos paralelos y fantásticos

Lo primero que hacía para jugar, era entender bien el reto, algunos retos duraron años para poder entenderlos, por ejemplo:  

Porque no juega con los otros niños ¿Este reto tenía varias preguntas? Y entre las respuestas estaban: Por qué no hablaba bien, el no hablar bien le generaba ansiedad y frustración, así que mejor jugaba solo

Se jugaba con los Titanes cualquier día y siempre estaban listos yo sabía que algunos Titanes me daban fuerza y otros le quitaban alegría y felicidad a Attis. Pero entendí después de mucho tiempo que lo hacían para que no me concentrara y cometiera errores en el juego y así perder los juegos

Jugamos muchos tipos de juegos:  De mesa, adivinanzas, de competencias, de resistencia, por internet, concursos, individuales, por grupos, de día, de noche, con música, cantando, de roles, dilemas

Los juegos, los retos y los juegos alegres del amor.

Al principio los Titanes lograban quitarme la fuerza y lograban quitarle a Attis la alegría y la felicidad y no fue posible ganar, eran Titanes. Después de pensar mucho y repasar cada juego me di cuenta que el reto no consistía en ganar los juegos, era mantener la fuerza en mí, la alegría y la felicidad en Attis y además que los Titanes jugaran. Ese fue el descubrimiento para superar los retos. Creía que el tema eran los Titanes, los juego, los retos y Attis. Estaba equivocado. Debía mantener este secreto oculto

Empecé a construir los juegos alegres del amor. Estos juegos deberían ser siempre alegres, con mucha música, con mucho color que fueran juegos que permitieran jugar con los Titanes no contra los Titanes.

Jugábamos a componer canciones y a cantar, a inventar historias alegres y contarlas, a soñar historias. A medida que jugábamos los juegos del amor con los Titanes, Attis comenzó a jugar con otros, a hablar más con otros, a modificar sus rutinas y rituales, se irritaba menos eran menos ansioso, era más feliz

Los Titanes regresan a Tartaro.

Los retos, eran para mí.

Los juegos no eran para ganar a los Titanes eran para jugar con ellos

Si los juegos eran para reír, no podían los Titanes quitarme la fuerza y mucho menos quitarle la alegría a Attis. Después de jugar muchos años y de ver que Attis superaba los problemas retos, los Titanes , empezaron a desaparecer poco a poco.

Un día solo quedaban dos y les pregunte que se hicieron los otros, me dijeron están en tártaro, les pregunte por que se fueron y por qué ustedes aún no se van. Me dijeron su miedo era el que nos mantenía aquí, todos sus temores nos anclaban más, nos obligaba a seguir jugando y seguir tratando no dejar resolver los retos.

Nosotros aun no nos vamos a ir del planeta clonado y les pregunte por qué. Me dijeron seguramente nos quedaremos aquí, pero en otros lugares, aquí en clonado todos tienen miedo y ese miedo no nos deja partir para siempre.

Después de repasar, me doy cuenta que los Titanes nunca fueron malos venían a ayudar, pero el miedo que tenía era tan grande que no podía ver lo que en realidad pasaba. El problema nunca fue Attis, nunca fueron los Titanes, el problema era mis miedos, angustias, frustraciones, ansiedades, que no me permitían ver que todas las soluciones a los retos de Attis, estaban en mí.

Los extraños, me acostumbre a vivir entre Titanes.

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